Terapia para el Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

Repetir en la cabeza palabras o frases, comprobar repetidas veces si has cerrado la puerta, sentir temor a causar daño a otro o a uno mismo, tener miedo a contagiarse y lavarse las manos de manera repetitiva, o tener pensamientos catastróficos como “¿Tendré una enfermedad grave?” o “¿Y si hago algo que no quiero hacer?”.

Estos son algunos de los pensamientos y comportamientos angustiantes que habitualmente describen pacientes que acuden a terapia psicológica atrapados en un círculo del que les es muy complicado salir.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la aparición de pensamientos intrusivos, ideas o imágenes que generan ansiedad y que se calman momentáneamente a través de conductas repetitivas o compulsiones. Al no resolver este malestar de forma definitiva, se reitera el circuito obsesión-compulsión de forma pertinaz, displacentera e incapacitante para quien lo sufre.

Aquellas ideas persistentes que pasan por la mente de una persona de manera brusca, una y otra vez, sin que esta tenga control sobre ellas, generando un gran sufrimiento y malestar. Estas obsesiones pueden ser de diversa temática: orden, limpieza, dinero, corporal, relación de pareja, enfermedad, sexual, religiosa, filosófica, etc.

Todo comportamiento o acto mental incontrolable que se realiza de manera repetitiva con la finalidad de deshacerse de las obsesiones y disminuir la ansiedad. Realizar estas compulsiones, rituales o manías hace que la ansiedad desaparezca por un tiempo corto. Sin embargo, cuando las obsesiones regresan, la persona repite la conducta nuevamente.

Todo el mundo tiene pensamientos e imágenes intrusivas en el día a día. No obstante, el hecho de que tu mente no pare de pensar no necesariamente significa que tengas un trastorno obsesivo-compulsivo. Se considera TOC cuando los síntomas son persistentes y consumen mucho tiempo o provocan un malestar clínicamente significativo,
interfiriendo notablemente en la calidad de vida y funcionamiento cotidiano de quien lo sufre.

¿Cómo saber si una obsesión es patológica?

Si tienes pensamientos, dudas y/o imágenes recurrentes de manera involuntaria o te quedas “anclado” en el pensamiento.
Si los pensamientos son temáticos: exámenes, comida, personas, enfermedades, miedo a la muerte, error por algo que has hecho o dicho.
Si sabes que estos pensamientos y dudas son irracionales y no tienen lógica, pero aun así los vives como reales.
Si has intentado sin éxito deshacerte de estos pensamientos, dudas y miedos no lo consigues.
Si dedicas mucho tiempo a estas preocupaciones o están muy presentes en día a día.
Si esta condición afecta a tu calidad de vida.

Tratamiento individualizado para el TOC

Para llevar a cabo un tratamiento eficaz para el trastorno obsesivo-compulsivo, es crucial disminuir la intensidad de los síntomas que sufre el paciente para después lograr comprender por qué aparecen estas obsesiones y compulsiones, descifrando los factores personales y relacionales que están en la raíz del problema. Asimismo, se trabaja en el afrontamiento, cambio y resolución del problema.

En las primeras sesiones se lleva a cabo una evaluación exhaustiva de las obsesiones y compulsiones, así como de las causas que las generan y mantienen. De esto modo, se realiza una psicoterapia adaptada a cada paciente con el objetivo de recuperar su calidad de vida minimizando o eliminando por completo sus obsesiones y
compulsiones. En aquellos pacientes que lo precisen, se trabajará en conjunto a nivel multidisciplinar con un especialista de la psiquiatría que asegure un tratamiento efectivo.

Padecer un trastorno obsesivo-compulsivo es muy incapacitante. No te resignes a vivir así. Pide ayuda psicológica para cambiar este estilo de pensamiento tan doloroso y recuperar tu bienestar.

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