Terapia sexual
La sexualidad es una parte fundamental de nuestras vidas y está directamente relacionada con nuestra salud. Una buena salud sexual se traduce en un aumento del bienestar y de la calidad de vida. Si se presenta una dificultad relacionada con el sexo, esta puede llegar a interferir en la estabilidad emocional, satisfacción y placer sexual o incluso convertirse en la raíz de otros problemas.
Si tienes dificultades en el área sexual es recomendable recibir ayuda psicológica especializada ya que gran parte de las causas de las disfunciones sexuales tienen origen psicológico.
La terapia sexual está dirigida a cualquier persona o pareja que presente problemas antes, durante o después de la actividad sexual y quiera resolverlos, o necesite asesoramiento y educación afectivo-sexual.
¿Sufres algún trastorno sexual y no sabes cómo mejorar?
El mejor momento para acudir a terapia sexual es cuando se detecta que algo no va bien o podría ir mejor en la vivencia de nuestra sexualidad. En las sesiones de sexología se atienden preocupaciones como disminución del deseo o interés sexual, no alcanzar una sexualidad plena y satisfactoria, dificultad para mantener relaciones, haber vivido una situación displacentera o sufrir ansiedad al mantener relaciones sexuales.
Es difícil aceptar y dar el paso de consultar con un especialista, en algunas ocasiones puede generar sentimientos de vergüenza y culpa. Sin embargo, la tardanza en recibir ayuda puede agravar el malestar y cronificar el problema. Para ello es esencial una terapia sexológica en la que te sientas escuchado, comprendido y cómodo para plantear la situación de forma natural. Si sientes que algo no funciona bien o si simplemente deseas mejorar tu calidad de vida, la terapia sexual te puede ayudar. A través de una terapia sexológica se consigue comprensión y resolución con el mejor pronóstico posible a la mayoría de las problemáticas sexuales habituales.
¿En qué consiste la terapia sexual?
Mediante una escucha activa y respetuosa se identifican los problemas particulares y se guía en el afrontamiento y resolución de las dificultades. Se trabajan técnicas específicas para la resolución de la disfunción y se profundiza en el autoconocimiento sexual.
Para que la terapia funcione es necesario que quien la reciba pueda sentir comodidad y, siempre que sea posible, se incluya a su pareja en el tratamiento.
¿Qué consigue la terapia sexual?
- Ayuda en el autoconocimiento corporal y de la respuesta sexual, mejorando las relaciones íntimas.
- Mejora de la autoestima sexual y actitud frente al sexo.
- Aprendizaje de técnicas para disfrutar más de la vida sexual individual y en pareja.
- Desarrollo de la capacidad de comunicación con la pareja sexual.
- Liberación de sentimientos de culpa y/o vergüenza.
- Detectar pensamientos limitantes y eliminar mitos y creencias asociados a los problemas sexuales.
- Aprendizaje de técnicas y herramientas para modificar conductas que ayuden a tener una vida sexual plena y satisfactoria.
Trastornos y disfunciones sexuales más frecuentes
Trastorno del deseo sexual
Falta de deseo o interés en el sexo. Se quiere tener más o menos deseo o existe preocupación por tener adicción o aversión al sexo. Esta problemática puede afectar a las relaciones sexuales y a toda conducta sexual.
Trastorno de excitación sexual o disfunción eréctil
En mujeres, incapacidad total o parcial de mantener la respuesta de lubricación vaginal o la sensación subjetiva de no sentirse excitada ni experimentar placer durante la actividad sexual. En hombres, disfunción eréctil o impotencia, problemas a la hora de tener o mantener la erección o de no tenerla cómo o cuándo se desea.
Trastorno de la eyaculación
La eyaculación se produce en un momento diferente al deseado, pudiendo ser precoz, antes de que el hombre lo desee, o retardada, por un retraso de la eyaculación o llegando incluso a la imposibilidad de eyacular).
Dispareunia
Dolor intenso y persistente y molestias antes, durante o después de la relación sexual.
Vaginismo
Imposibilidad de realizar el acto sexual debido a la contracción involuntaria y espasmódica de los músculos del tercio inferior de la vagina, dificultando
notablemente las relaciones.
Anorgasmia
Dificultad o incapacidad para llegar al orgasmo aun habiendo una estimulación adecuada y ausencia de problemas en la fase de excitación.
Otras disfunciones que también se tratan en la terapia sexual son las parafilias, adicción al sexo o recomposición de la sexualidad después de haber sufrido abusos sexuales.
Tratamiento para los problemas sexuales en Zaragoza
En su mayoría, las disfunciones sexuales se originan por causas psicológicas como ansiedad, fobias, depresión, adicciones, problemas de pareja, inseguridad o baja autoestima. También pueden deberse a causas orgánicas (enfermedades o debido al uso
de determinados fármacos) o la combinación de ambas. Un especialista identificará el origen para llevar a cabo un adecuado tratamiento.
Para que la terapia sexológica sea eficaz se precisa un análisis específico detectando si los problemas presentados son primarios (persisten desde la primera experiencia sexual)
o secundarios (aparecen más tarde), o si se dan en todos los momentos o en determinadas situaciones. También se valora la gravedad o intensidad del problema, el sufrimiento que genera y cómo afecta en las relaciones, atendiendo a su contexto global. De este modo se consigue diseñar un tratamiento individualizado que restablezca de forma segura la sexualidad del paciente.
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